Una buena forma de empezar el año es poniendo intención haciéndote algunas preguntas.

A menudo afrontamos los acontecimientos o las situaciones que sabemos que llegarán, sin pensar qué resultado queremos y qué depende de nosotros para obtenerlo. Eso sí, en general, se nos da muy bien aportar un componente de miedo o de pesimismo.

En este post quiero ayudar a poner intención en este año que empezamos. Quiero hacerlo proponiéndote que contestes a 3 preguntas

1. ¿Cuál es mi gran objetivo profesional para este año que comienza?

Es decir, cuando acabe el año, ¿qué será muy importante que hayas conseguido en tu rol profesional? ¿O en el área que tú lideras? ¿O en tu equipo?

A partir de esta respuesta, quiero que te preguntes…

2. ¿Qué aspectos harán aumentar las posibilidades de alcanzar este objetivo?

Estoy hablando de aspectos como: decisiones a tomar, cambios a aportar, conversaciones a tener, inversiones a hacer… son aquellas cosas que hay que «sembrar» y que facilitan «recoger» los frutos después.

La tercera pregunta está centrada en ti y para mí es la clave.

3. ¿Quién debo ser yo para aumentar las posibilidades de alcanzar este objetivo?

Es decir, ¿cuál o cuáles partes de mí sé que me ayudarán a llevar a cabo los pasos necesarios para dirigirme al objetivo? ¿Tendré que ser tenaz? ¿Tendré que ser en determinados momentos y situaciones (hay identificarlos), más líder? ¿O más comunicativo / a? ¿O menos agresivo / a? ¿Qué parte de mí tengo que invocar y qué parte de mí deberé gestionar mejor?

Deseo que se cumplan tus objetivos, pero recuerda que hay que poner la intención!!

Evidentemente puedes llevar estas 3 preguntas al plano personal. Como tú quieras.

Un fuerte abrazo y muchas gracias por estar ahí. ¡Feliz año! ¡Cuídate!

Josep Moulines

Psicólogo del Trabajo y de las Organizaciones · Coach · Consultor de RR.HH · Formador